sábado, 7 de junio de 2008

Licores

Cuando los calambres en el alma me destrozan
Y no encuentro la solución a mis problemas,
Cuando más necesito tener una respuesta a mis dudas
Es en el momento en que no sé donde estoy parado.

Tengo que encontrar la brújula que guíe mi orientación
Para poder tomar el timón y poder virar completamente
La dirección del desorbitado barco donde naufraga mi ilusión
Antes de que la desesperación me domine completamente

Por eso, para olvidar lo que jamás quiero volver a recordar,
Es que pruebo los más variados licores hasta encontrar de una vez
Aquél que me mate de golpe, el que me deje sin aire definitivamente.

Y si acaso no encontrara la manera de acabar con la soledad,
Deberé aprender a convivir con ella a cuestas, así me sea imposible.
Si no puedes con el enemigo, únete a él me lo dijeron varias veces
Pero nunca aprendí a escuchar los buenos consejos que me daban los amigos.

Por no escuchar a quienes me aconsejaban de buena manera, sin perjudicarme,
Es que hoy me encuentro atrapado en este sucio callejón sin salida.
Sólo podré salir cuando de una buena vez aprenda a oír lo que me dicen.
Porque quienes me aconsejan, han vivido más vidas de las que yo mismo viví.

Por eso, para olvidar lo que jamás quiero volver a recordar,
Es que pruebo los más variados licores hasta encontrar de una vez
Aquél que me mate de golpe, el que me deje sin aire definitivamente.

Las canciones de los (buenos) borrachos me traen amargos recuerdos
Y me llevan a transitar el camino de la nunca querida calle melancolía.
Las escaleras al cielo al desaparecer me hunden en el infierno más encantador,
Donde me espera el gran diablo, que irónicamente estaba en la esquina de mi barrio.

El prelado muy preocupado estaba oficiando misa en lo que fue el funeral de mis sueños,
Pero mis sueños no están muertos, sólo están un poco desesperanzados por no cumplirse.
La ansiedad y la incertidumbre están a punto de batirse a duelo a punta de espadas y serpientes,
Están deseosas de saber quién será la que finalmente tome el dominio de loco corazón.

Por eso, para olvidar lo que jamás quiero volver a recordar,
Es que pruebo los más variados licores hasta encontrar de una vez
Aquél que me mate de golpe, el que me deje sin aire definitivamente.



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