martes, 9 de septiembre de 2008

Se fue sin decir una palabra

Hoy que no tengo un buen día, que necesitaba desahogarme contándole el por qué de mi estado de ánimo, intenté hablarle, pero ella no me dijo nada. A veces pienso si en verdad es una verdadera amiga o si en realidad dice serlo pero no lo es, eso sólo ella lo sabe, porque ni yo lo sé.
Le dí mil y una señales de que algo no estaba bien en mí, pero a ninguna respondió, por momentos me siento defraudado, pero al cabo de un tiempo olvido todo (o al menos eso intento), dejo de lado enojos pasajeros, que con el tiempo ciertas actitudes parecen revivir, la pequeña herida causada a causa de su desinterés, parece hacerse más grande y más doliente de lo que parecía en un principio.
En este "juego" parezco ser el tonto que la comprende cuando me cuenta sus problemas cotidianos, pero al momento de contarle cosas que no me hacen bien, a ella parece no importarle (por lo menos esa sensación me da en este momento). A veces me replanteo si debo cambiar de actitud para con ella o si debo seguir siendo el mismo "bonachón" de siempre y la verdad no encuentro la respuesta exacta. No sé si darle tiempo al transcurso de las cosas o si darles un corte definitivo, estoy en una complicada encrucijada conmigo mismo y no sé como resolverla aunque ella parece estar ayudándome a tomar una decisión que quizás me resulte dolorosa porque la quiero, siento un cariño muy grande hacia ella imposible de acabarse, ¿imposible?... parece que ya no tanto.
Quise contarle lo que me pasa y se fue sin decir una palabra.

Estoy cansado de los que vienen de amigos, dijo el gran filósofo argentino Andrés Calamaro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Mandala a volar!"
y que vuelva si se va a portar bien...
PERSONALIDAD
DECISION
DIGNIDAD

Mandala a volar, vos sabes a q m refiero...